Wednesday.

Angélica Páez.
1 min readJun 17, 2020

Era miércoles, y llovía. Fue la primera vez que osé a escribirte algo más allá de cortas frases. Te esperé un día que no viniste… Y en esto se convirtió lo nuestro, en nada más que ausencias.

Hoy estoy extrañando tus palabras, y las cosas que nunca dijimos. Se me han atravesado en el pecho, no en el corazón exactamente, sino en esa partecita casi en la caja torácica en el que tienen que clavar un escalpelo o una aguja para permitirle al otro respirar; justo ahí. No sé cómo funciona exactamente, pero lo he visto en pelis, y es cómo volver a vivir. Como cuando en el mar llegas al fondo y tomas un respiro muy hondo al llegar a la superficie porque te sientes ahogar. Así se siente tu ausencia. Tu irreal presencia. Tu inexistencia.

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